La aromaterapia en el baño...

Al hombre siempre lo han acompañado las plantas con sus aromas naturales y haciendo parte de sus más antiguas prácticas curativas para lograr estados de relajación, serenidad y paz espiritual.

Hay formas muy variadas para la utilización de la aromaterapia o su aplicación, que bien podríamos llamar técnicas, como los quemadores de aceites, difusores, vaporizadores, masajes, saunas, compresas, entre otras, por medio de las cuales los aceites ingresan al cuerpo al contacto con piel y sistema respiratorio , así llegan al sistema nervioso y actúan produciendo bienestar.

Lo anterior se explica porque el sentido del olfato esta conectado con el sistema nervioso, donde reposa el estado de animo, la sensualidad, sexualidad y la agresividad. Además, los estímulos olorosos logran evocar recuerdos extremadamente vivos sin importar lo lejano de las experiencias
Hoy les traigo referencia de la aromaterapia en el baño, es una de las formas de la hidroterapia, terapia corporal que dispone los beneficios del agua y los aromas.
La aplicación de aromaterapia en el baño es ideal ya sea en ducha o bañera porque son minutos para la relajación o tonificación, es tiempo íntimo para el auto consentimiento, resulta ser muy práctica por ser una actividad diaria.
La aplicación regular de este tipo de baños ejerce una influencia positiva general sobre el metabolismo humano. Por su capacidad de activar la circulación y sus propiedades sedantes y de relajación los baños se indican para el tratamiento de una serie de trastornos como: hipotensión, migraña, problemas circulatorios reuma, perturbaciones del sueño, eccema, infecciones, inmunodeficiencia, depresiones, estados de nerviosismo e inquietud, entre otros.

Recibir la esencia y la bendición del agua en un estado conciente logra la purificación, armonización y limpieza energética importante y nos brinda salud necesaria al cuerpo, mente y espíritu. Por otra parte la estimulación o fricción de nuestra piel con esponjas o sepillos hace resonancia en nuestro sistema circulatorio y campo etérico preparándolos a recibir los beneficios de la esencia y el agua.

Para preparar estos baños revitalizantes, full energéticos, destinados a mejorar nuestra salud es importante:
Buscar información general sobre las propiedades, acción síquica y física de los aceites esenciales.
En el mercado existen variedad de marcas, lo importante es reconocer para cual técnica o forma de aplicación están destinados. Podemos conseguir presentaciones pequeñas sin grandes especificaciones destinadas a ser usados solo en difusores, va a depender de su grado de pureza y tratamiento que puedan ser usados en otras partes del cuerpo, hay que revisar el producto.

Hoy en día en el mercado existen muchos complementos para un baño revitalizante, incluso ya especifican hasta un área del cuerpo en especial:
* Las sales de baños con aromas,
* Los jabones comerciales con diferentes aromas (los líquidos permiten mayor cobertura y la utilización de esponjas proporcionan una estimulación periférica del cuerpo),
* Los productos para después del baño como aceites humectantes, cremas, aguas de colonia, los hidrolatos o aguas de plantas.
Es recomendable Baño de 15 a 20 minutos.

Para más información quedo a sus ordenes: elyanth@gmail.com
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Las tres reglas para descubrir la verdad.

La primera es: No me creas.

No tienes que creerme, sino pensar y hacer elecciones. Cuando te digo algo, cree en lo que tú quieras creer, pero sólo si tiene sentido para ti, si te hace feliz. Si te conduce hacia tu despertar, entonces haz esa elección y cree en ella. Soy responsable de lo que digo, pero no soy responsable de lo que tú comprendas. Vivimos en un sueño completamente diferente. Aunque lo que yo digo sea absolutamente cierto para mí, no significa que tenga que serlo para ti. La primera regla resulta muy sencilla: No me creas.

La segunda regla es más difícil: No te creas a ti mismo.
No te creas todas las mentiras que te dices: todas esas mentiras que tú nunca escogiste, pero que fuiste programado para creer. No te creas a ti mismo cuando te dices que no eres lo bastante bueno ni lo bastante fuerte ni lo bastante inteligente. No te creas tus propias limitaciones y dificultades. No te creas que no eres digno de amor o de felicidad. No te creas que no eres bello. No te creas ninguna cosa que te haga sufrir. No creas en tu desdicha. No creas en tu propio Juez o en tu propia Víctima. No te creas la voz interior que te dice que eres un estúpido, que te dice que te suicides. No te la creas porque no es verdad. Abre tus oídos, abre tu corazón y escucha. Cuando oigas que tu corazón te conduce hacia la felicidad, entonces haz una elección y mantenla. Pero no te creas a ti mismo sólo porque es algo que estás acostumbrado a decir, porque más del ochenta por ciento de las cosas que crees se basan en la mentira: no son verdad. La segunda regla es difícil: No te creas a ti mismo.

La tercera regla es: No creas a nadie.
No creas a otras personas porque todas mienten constantemente. Cuando hayas curado tus heridas emocionales y no sientas la necesidad de creer a otras personas sólo para ser aceptado, lo verás todo más claro. Verás si es negro o blanco, si es o no es. Lo que ahora mismo es, quizá no lo sea dentro de unos pocos instantes. Lo que ahora no está bien quizá lo esté dentro de unos momentos. Todo cambia muy rápido pero, si eres consciente, podrás ver cómo acontece. No creas a los demás porque utilizarán tu propia estupidez para manipular tu mente. No te creas a una mujer que te diga que proviene de las Pléyades y que quiere salvar el mundo. ¡Malas noticias! No necesitamos que nadie venga a salvar el mundo. El mundo no necesita a intrusos que vengan del exterior a salvarnos. El mundo está vivo; es un ser vivo y es más inteligente que todos nosotros juntos. Si creemos que el mundo necesita ser salvado, pronto llegará alguien y dirá: «Bien, hay que escapar del planeta porque va a chocar contra nosotros un cometa. Mátate y ¡boom!, alcanzarás al come­ta e irás al cielo». No creas en ese tipo de historias. Crea tu propio sueño del cielo; nadie puede hacerlo por ti. Sólo el sentido común será capaz de conducirte hacia tu propia felicidad, tu propia creación. La regla número tres resulta difícil porque necesitamos creer en otras personas. No creas en ellas.

No creas en mí, no creas en ti y no creas en nadie más. Cuando no crees, todo lo que no es verdad desaparece como por arte de magia en este mundo de ilusión. Todo es lo que es. No necesitas justificar lo que es verdad; no tienes que dar explicaciones. Lo que es verdad no necesita el apoyo de nadie.



Extracto del Libro:

Maestría del Amor del doctor Miguel Ruiz,

maestro de la escuela tolteca de tradición mística.

Nuevos Acuerdos... para la felicidad.

Vivimos en la búsqueda de nuestro equilibrio, con un deseo de resolver situaciones pasadas, quizás con ganas de mejorar este momento de vida.
No he conseguido formula exacta, solo he visto que la disposición nos hace ganar un trecho largo de la batalla, la constancia nos presenta resultados de el trabajo realizado. Realmente nadie puede realizar este trabajo por nosotros. Muchas veces nuestro punto débil ha sido observar siempre fuera … observar a los demás y fastidiarnos muy rápido del análisis o cuestionamiento y asumir leyes y paradigmas de otros para llevar nuestras vidas.

Les quiero recomendar hoy parte del hermoso trabajo realizado por el Maestro Miguel Ruiz, Los 4 acuerdos un ensayo basado en la sabiduría de los antiguos nahuales. Relata la cosmovisión que debería tener un ser humano para estar en equilibrio personal, emocional, mental y social.

El nos propone que para lograrlo se debe, primeramente, entender que todos los humanos tienen un complejo sistema de creencias (cosmovisión), adquirido por influencia social y familiar y, que muchas veces algunas estas creencias adquiridas nos perturban mental, emocionalmente y nos vuelven infelices; en segundo lugar nos guía para que aprendamos que el sistema de creencias se puede modificar para conseguir el anhelado equilibrio interior que lleva a la felicidad. Creando nuevos acuerdos acordes con el Nuevo tiempo… podemos comenzar practicando, meditando e integrando a nuestra vida los 4 dogmas.

Los 4 Acuerdos:
"Sé impecable con tus palabras".
"No te tomes nada personalmente".
"No hagas suposiciones".
"Haz siempre lo máximo que puedas".

Desde el momento en que somos conscientes de que algo no está bien en nuestras vidas, desde ese preciso momento nos convertimos en los únicos responsables de esa desdicha, los únicos responsables de cambiar, modificar, crecer en ese espacio somos nosotros, los únicos que podemos elegir Nuevos Acuerdos…

Citando a Osho, es bueno que recordemos que “el verdadero ser humano se intenta conquistar a sí mismo, y no a los demás. Se quiere conocer así mismo. No quiere llenar un vacío dominando a los demás”… teniendo claro que antes de conquistar ese espacio nuevo debo reconocerlo en mi.

Les invito a leer este hermoso libro, ya en el mercado podemos conseguir también el oráculo… unas hermosas cartas que nos ayudan a meditar sobre cada acuerdo y nos dan mensajes en esos momentos difíciles…

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